La aplicación de medidas de protección contra rayos y sobretensiones aporta no sólo seguridad a las personas, instalaciones y equipos sino que contribuye a garantizar la disponibilidad del servicio de los mismos.
La sociedad moderna fundamenta su desarrollo en la tecnología de los procesos productivos y un flujo constante de información.
Un fallo en el sistema acarrea graves pérdidas y puede suponer enormes perjuicios para las empresas y el servicio que éstas prestan. Por tanto, es de capital importancia prevenir que tales situaciones ocurran.
Por eso es importante evitar riesgos innecesarios e invertir en protección contra rayos y sobretensiones.